Factores que predicen el éxito en las relaciones de pareja
¿Sientes que tus relaciones de pareja son un fracaso?
¿Te cuesta encontrar pareja o no estás satisfecha con tu relación actual?
¿Te gustaría que tu relación de pareja sea todo un éxito?
En este artículo te doy 3 claves para desarrollarte y seguir creciendo a nivel personal y hacer de tu relación de pareja una relación sana y satisfactoria.
1. Conócete a ti mismo
El enamoramiento es una de las sensaciones más bonitas y satisfactorias que todos experimentamos. Bien gestionado, nos conecta con una parte muy potente y profunda de nuestro ser. El problema viene cuando no comprendemos la naturaleza de las emociones que manejamos en ese momento y en lugar de fortalecernos y encontrar todo nuestro potencial a través del trabajo con esa relación, la destrozamos y sufrimos.
Según muchos psicoanalistas, tendemos a enamorarnos más fácilmente en momentos de mayor estrés y baja autoestima. Esto sucede, porque buscamos inconscientemente cubrir nuestras propias carencias y necesidades a través de la pareja.
Es decir, al igual que proyectamos en los otros nuestra sombra, aquellas características que son nuestras pero no reconocemos como tal , también proyectamos en nuestra pareja aquellas características que nos gustaría hacer propias o integrar. De esta forma , nos sentimos atraídos por personas que están en una polaridad complementaria a la nuestra ;por ejemplo, si yo tengo un deseo inconsciente de sentirme atendido me encantará que una persona me preste especial atención. Y así, cuando nos enamoramos y somos correspondidos, sentimos ilusoriamente que recuperamos toda nuestra plenitud.
En realidad, esto no es amor, sino el fruto de nuestras carencias y actitudes ante la vida. De esta forma cuando la relación no transcurre como queremos, sentimos que el mundo se nos viene abajo y sufrimos. Aparecen sentimientos de miedo, control, frustración, celos, posesividad, ansiedad por que la relación acabe.
2. Comprende tu información
Cuando esto sucede, es interesante pensar:
- ¿Qué vacío intento llenar a través de él/ella?
- ¿Qué necesidades no estaban satisfechas en el primer modelo de pareja que percibimos en nuestra vida? Es decir, en la relación de nuestros padres
Es interesante darnos cuenta que nuestras necesidades han sido aprendidas y heredadas por nuestro transgeneracional. Por ejemplo:
Si nuestra madre se sintió abandonada en su relación, tendremos tendencia a vivir nuestras relaciones de forma similar. Por mucho que nuestra pareja se esfuerce por ser atento, no será suficiente y tendremos momentos de soledad, de no ser atendido. O quizás se de la otra polaridad y nos guste una persona porque nos presta excesiva atención. Esto al principio cubrirá nuestras necesidades, pero con el tiempo acabará transformándose en una relación tóxica, carente de libertad, con una persona posesiva y controladora.
3. Responsabilízate de tu propio bienestar emocional
Para que una relación de pareja sea satisfactoria y saludable tenemos que empezar por responsabilizarnos de nuestras propias emociones. De esta forma aceptamos al otro tal y como es, sin exigirle que nos haga felices porque ya lo hacemos nosotros.
Te propongo un ejercicio:
Piensa en tu pareja actual o en la última pareja importante que hayas tenido.
- ¿Qué aspectos te atraían al principio de la relación?
- ¿Qué necesidad experimentabas en ese momento de tu vida en relación a esas cualidades?
Por ejemplo, si te gustó su capacidad de comunicar , te puedes preguntar:¿en qué aspecto de mi vida, en ese momento, estaba necesitando comunicarme mejor?
Relaciones de pareja sanas y satisfactorias
Solo podemos amar cuando dejamos de necesitar al otro. Por eso , tenemos que desarrollar las cualidades que nos atraen de nuestra pareja. De lo contrario, con el tiempo, esto mismo comenzará a molestarnos por la frustración de no desarrollarlo en nosotros mismos.
La base de una relación satisfactoria no es la pasión idealizada que se acaba desvaneciendo, sino el amor propio.
Enamórate, vive apasionadamente, disfruta intensamente de tus emociones, pero no te olvides, que no puedes amar a nadie sin antes descubrir el más propio y verdadero amor en ti.